Con fecha del 23 de agosto de 2016 la Congregación para la Educación Católica ha aprobado la conversión del Bienio de Teología Catequética en Bienio de Teología de la Evangelización y Catequesis. Con este nuevo Bienio, la Facultad de Teología quiere ofrecer su contribución particular a la impronta misionera que, bajo el impulso de los últimos pontífices, está recibiendo la acción evangelizadora de la Iglesia.
Así, teniendo en cuenta la misión que constituye la Iglesia y las exigencias que corresponden a esta nueva etapa evangelizadora, el nuevo Bienio de Teología de la Evangelización y Catequesis está articulado a partir de las siguientes referencias:
- La “misión”. Con este término se apunta al fundamento teológico de la vida y el ser de la Iglesia. La misión eclesial siempre encuentra nuevo impulso y renovación en el enraizamiento que tiene en el misterio trinitario, solo profundizando en él la Iglesia podrá acometer la conversión misionera de toda su actividad.
- La “evangelización”. Con este término se subraya la finalidad de toda acción eclesial. La Iglesia existe para evangelizar. Las actividades eclesiales solo hallan su justificación en la medida en que se ponen al servicio de la encarnación del Evangelio en cada tiempo y lugar.
- La “catequesis”. Con el término “catequesis”, mantenemos una línea de continuidad con el anterior Bienio y subrayamos la importancia que en esta “nueva etapa evangelizadora” tiene la catequesis, una catequesis que hace su propia contribución al proceso de iniciación cristiana.
Para el desarrollo del Bienio, el Departamento de Teología de la Evangelización y de Catequesis cuenta con un amplio número de profesores –verdaderos especialistas en las materias– y un coordinador de la especialidad.
La metodología seguida varía de acuerdo con las características propias de cada asignatura. Junto a las lecciones de tipo magisterial, el alumno está llamado a desarrollar trabajos de investigación y de programación pastoral. De este modo queda capacitado para su futura tarea y así responder a las exigencias que las necesidades eclesiales puedan plantearle.