La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que este año tendrá lugar el sábado 7 de septiembre, se centrará este año en invitar a los madrileños a reflexionar sobre la importancia de ser Custodios de la biodiversidad.
Los organizadores, la Asamblea Episcopal Ortodoxa de España y Portugal y el Arzobispado de Madrid a través de su Comisión diocesana de Ecología Integral, han elegido este tema motivados por los recientes informes que afirman que un millón de especies, de los ocho millones existentes, está en peligro de extinción. Estos datos, dados a conocer a principios de mayo por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), apuntan también que su pérdida pone en peligro «nuestra propia supervivencia como especie en diversos puntos del planeta», afirman los convocantes de la Jornada.
El objetivo del encuentro, continúan, es «dar gracias por la biodiversidad que nos rodea y reconocer su importancia vital para el ser humano. También nos proponen reflexionar sobre nuestra responsabilidad individual y comunitaria en este pecado contra Dios y contra la humanidad, que es la extinción de especies por causas humanas», y sobre qué acciones urgentes debemos poner en marcha para evitarla.
Como en los años anteriores, la jornada se dividirá en dos partes.
- La primera será una mesa redonda, a las 10:00 horas, en el colegio Cristo Rey. En la misma intervendrán el padre Demetrio Sáez, de la Iglesia ortodoxa griega, que hablará sobre la biodiversidad desde la espiritualidad cristiana; el jesuita Jaime Tatay, que enumerará los problemas que genera su pérdida, y Asunción Ruiz, directora de SEO/Birdlife, que presentará acciones positivas para frenar o revertir esta tendencia.
- A continuación, los asistentes peregrinarán hasta el Cerro de la Torrecilla, en la Casa de Campo. Allí, a partir de las 12:00 horas, tendrá lugar una oración ecuménica presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra, el metropolita monseñor Policarpo, del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, y el obispo ortodoxo rumano, monseñor Timotei.